
Este fin de semana como tantos otros he salido al campo a tomar mi dosis de oxígeno y a soltar lastre porque la semana ha sido bastante intensa, me gusta descargar tensiones los sábados y domingos.
Hasta que lleguen las vacaciones mis paseos son por Navarra, mi tierra.

Tenemos un entorno envidiable y en esta ocasión hemos visitado el Bosque de Orgi en el valle de la Ulzama entre Lizaso y Guerendiáin.

Es un bosque milenario, un lugar de esos que recuerdan los cuentos de hadas, un gran robledal donde los cánticos de los pájaros y la belleza del paisaje hacen que te olvides del mundo durante el tiempo que estás dentro de él.
El día ha sido muy caluroso pero entre los robles hemos sobrevivido muy bien.
Estábamos con nuestros amigos y como no todos estábamos en condiciones de andar mucho hemos dado el paseo en carreta, ha sido genial.

La carreta iba tirada por dos yeguas preciosas, las dos son francesas, iban guiadas por una chica muy simpática que nos ha contado todo acerca de la flora y fauna del lugar.
Hemos recorrido también las calles de Larrainzar, pueblecito muy bonito como casi todos los del valle de Ulzama, está situado muy cerca del Bosque de Orgi.


Ya de vuelta, cuando empezaba a caer la tarde y se abrían las flores de Don Diego de Noche en grandes macizos, en el cielo aparecían unos tonos rojizos preciosos. Ha sido un buen día.
